lunes, 4 de abril de 2011

Y finalmente nació el pequeño

We chased our pleasures here

Dug our treasures there

But can you still recall

the times we cried

Break on trough to the other side

....The Doors, por supuesto, ¿quién más?


Después de 38 semanas de espera, mucho sufrimiento por parte de sus padres (fué embarazo de alto riesgo) y mucha pero mucha ilusión, nació el pequeño Edgar, tomó su primer bocanada de aire al ritmo de Break on Through de The Doors (nos tocó un anestesista buena onda pero no quiso aflojar la morfina).



El parto por cesárea es una cirugía muy pero muy compleja desde el punto de vista del usuario, desarmaron a mi pequeña Beatriz y la volvieron a armar como si fuera un lego, pero a la historia:



Llegamos a las 6.30pm del jueves 17 de marzo al ginecólogo para una consulta, ya no nos dejó ir, de ahí se llevaron a mi pequeña al quirófano, y después de disfrazarme de doctor entré con ella, entre aparatos y olor a alcohol (y no del que me gusta), a las 9.35pm nació mi pequeño hijo.



Lo acompañé a que lo revisaran, le pusieron una aspiradora en la nariz y en la boca, le metieron un termómetro en su colita, le sobaron los huevitos y me lo entregaron. Yo esperaba un golpe de amor que me cambiaría la vida y todas esas mentiras que dicen los padres sobreprotectores, y la realidad es que no es así, y no me malentiendan, su vida es un milagro y lo adoro, pero no es tan así como lo pintan.



Y ahora soy experto en fórmula de bebé, soy master en cambio de pañales, pero donde realmente destaco es en bañarlo, soy un artista de bañar a mi hijo y amo ese momento del día, es un instante padre e hijo insuperable.



Y quien me haya leído seguro está pensando "¿Que onda con este master?" pero toda esta experiencia de ser papá me ha enseñado que se puede disfrutar de todo en esta vida sin tener que cambiar y normalizarse.



¿Finalmente maduraré?; no lo creo, más bien he encontrado otro partner para gozar de la vida. ¿Cambiaré mis modos para volverme un papá normal?; tampoco lo creo, nunca he sido fan de la normalidad, supongo seguiré siendo el mismo de siempre pero con una comparsa más para echar cotorreo.



Eso sí, esperaré ansiosamente cada día las 5.30pm para ir a ver a mi familia, así como en su momento esperaba ansiosamente la noche para irme de cabrón, creo que el secreto está en gozar cada etapa y no quedarse sin vivir ninguna parte de la vida.



Desde el otro lado del Edén.


Icaro

domingo, 20 de marzo de 2011

El peor tipo de racismo

Y finalmente soy un orgulloso nuevo padre, ya les contare los detalles del parto, es una experiencia interesante y muy satisfactoria.

Pero en este momento, y porque soy un amarguete, externare mis quejas vía blog, porque es una rica manera de desahogarlo, y les contare del peor tipo de racismo.

Mi amada Beatriz tiene 4 hermanas y una madre, y decidieron venir todas a "ayudarle" con el chamaco nuevo, y eso queridos míos, demostró ser de muy poca ayuda, y se acerco bastante al desastre.

Pero a la carnita del post: Yo me siento responsable por el bebe, y realmente quiero vivir la experiencia completa, esto es, esterilizar biberones, darle de comer, cambiar pa#ales, cargarlo, hacer que eructe, y todas esas cosas que hacen la experiencia completa. Pero... en esta sociedad de locos las mujeres a mi alrededor evitan que yo haga eso de una manera sutil pero contundente.

Si estoy en la cocina esterilizando biberones soy sacado de mi cocina porque la manada de mujeres no considera que yo pueda hacer ese trabajo, si trato de jugar con mi ni#o sere reprendido por no cargarlo de manera adecuada, si lo alimento soy un pendejo por cualquier motivo.

Agradezco a todos los dioses del metal haberme mandado una mujer buena y comprensiva que entiende que esto es un ultraje y que también ya quiere que se vayan, y agradezco aun mas vivir a mas de 600 kms de distancia de la familia y que solo puedan venir por dos o tres días, pero aun así es una situación muy complicada.

El racismo del asunto radica en que la manada de mujeres alejan al hombre de su neonato porque no es el rol del macho cuidar a los ni#os, el rol del macho es salir a cazar un mamut y traerlo para ser cocinado.

Pero piensen un momento queridas lectoras (mis dos amadas lectoras); se quejan de que el hombre se la pasa en el pedo y tiene muchas mujeres y es un desmadre, pero al llegar a casa tiene que enfrentar a la manada femenina reduciendolo al papel de proveedor.

Es muy complicado intentar ser un buen padre y esposo cuando tienes tantos obstáculos que vencer.

Mi buen amigo Dani Pedrosa me dijo sabiamente "Mano izquierda hermano, mano izquierda, sirvete un whisky, sientate en un rincón y repite todas la veces que sea necesario lo pendejo que eres, de todos modos tarde que temprano se tienen que ir y retomaras el control de tu familia", no se si sea un buen consejo porque no veo porque perder el control de mi familia porque vengan extranos a mi casa, pero bueh, manana se van y podremos comenzar a construir cierto nivel de normalidad.

Desde el otro lado del Eden

Icaro

martes, 15 de marzo de 2011

La competencia durante el embarazo

If God has a master plan
that only he understands
I hope is your eyes he's seeing through
......Precious de Depeche Mode

Lo más fregón del embarazo no es la panza preciosa, ni la almohadota para sostener la panza (es sorprendentemente cómoda), ni el rush de compras al vaciar un Burlington’s (caso real), ni el amor infinito para aguantar los cambios hormonales: lo mejor del embarazo es cómo las mujeres lo convierten en una competencia.

Me sorprende mucho el hecho de que una etapa tan significativa en la vida de una pareja sea convertida en un descarnizado concurso por ver quien tiene más, y no me malentiendan, mi propia y personal Beatriz es de lo más alivianada en ese sentido, pero observé las actitudes de las embarazadas alrededor y es realmente, pero realmente cómico.

Lo primero en lo que concursan es en el peso, se preguntan las embarazadas cuánto han subido, y si se enteran que alguna subió un poco más de peso lás demás la humillan, y aplica también para las que ya estuvieron embarazadas. Ejemplo:
“¿Cúanto has subido amiga?”
“15 kilos”
“Ay no manches, de Pepito yo nada más subí como 8 kilos”.

Y luego se platican cómo su cuerpo es una maravilla porque el culo no les creció con el embarazo, y yo pensaba “Pues entonces tu culo se convirtió en un tamal asqueroso por tragar como cerda y no por estar embarazada”.

La ropa es también todo un tema. Del trabajo tuve que ir a Detroit y en un centro comercial compré varios jeans de embarazo (tienen una faja cosida a la cintura), los pantalones costaron como 10 usd cada uno, pues las amigas embarazadas de mi mujer le preguntaban vía facebook que dónde los había comprado, mi Beatriz es muy prudente y no contestaba, hasta que me hartó su amiga y le puse “Los compré en Detroit”, pues la idiota quería el nombre y ubicación de la tienda porque como era posible que su viejo no le pudiera conseguir unos jeans, cómo alguien iba a tener algo que ella no, vieja loca y envidiosa.

Pero lo mejor de todo es el concurso por atención médica, vuelan los comentarios tipo “mi Dr. tiene el aparato de ultrasonido más moderno y cobra uffffff, carísimo”; y entra la onda de saber cuánto pesa el chamaco de manera exacta, cuánto mide en base a los cálculos que el ultrasonido GE a colores puede ofrecer, ir con el doctor cada semana para hacerse ultrasonidos y ver a tu bebé como de plastilina sin ninguna necesidad y hacerse estudios con nombres muy llamativos, hay hasta de cuarta dimensión! No no no, modernísimo, y aquí la anécdota con la que cierro hoy.

Mi Beatriz tiene una prima que se embarazó exactamente al mismo tiempo, pero para la prima es el primer hijo, me tocó escuchar la siguiente conversación:

Beatriz: “¿Y cómo vas prima, cómo te sientes?”
Prima: “Super bien, de hecho ya casi va a nacer y me dijo mi gine que me va a hacer unos análisis para saber si ya estoy lista, pero me ha hecho tantos y cobra tan caro que ya quiero que acabe”
Beatriz: “Pues no te quiero agüitar tu pedo prima, pero el gine te va a meter los dedos por el culo para saber si ya estás lista, y no creo que eso te lo cobre muy caro, si algo deberías cobrarle tú a él”.

A poco no es genial mi vieja?

Desde el otro lado del Edén
Icaro

miércoles, 9 de marzo de 2011

Por el placer de volverte a ver

Momma's gonna make all of your nightmares come true
Momma's gonna put all of her fears into you
...Mother de Pink Floyd, ¿de quién más podría ser?

Hace unos cuantos sábados fui a ver la obra “Por el placer de volverte a ver” en el teatro nh de la Zona Rosa en Cd. de México.
Puedo decir que es una buena obra y puedo hasta recomendarla, este post va con spoilers así que si no la han visto mejor vayan a verla y luego vienen a leer. La obra es la historia de un weyesín (Héctor Suárez Gomís) y su mamá (Beatriz Martínez).
El wey recrea pasajes de su vida, cuando tenía 12 años, cuando tenía 14, cuando tenía 18 y así, todos los pasajes son conversaciones entre su mamá y él, hasta que nos enteramos que la mamá va a morir.
En el transcurso de la obra entendí que el autor quiso hacer un homenaje a su mamá, y la neta que hueva porque la mamá hablaba y hablaba y hablaba, y además decía puras cosas inventadas, una señora reiterativa, con demasiado tiempo para pensar en tonterías telenovelescas y que le ponía valor en la vida a cosas que igual no son tan valiosas, con muchas ganas de competir con su cuñada porque no tenía a nadie más a quien aplastar, una mamá prototipo.
Desafortunadamente yo no tuve una mamá prototipo pero ni de cerca, yo crecí comiendo tortas de papa de la fonda de al lado de la oficina de mi mamá porque era muy trabajadora, entonces nunca la vi limpiando y planchando y compitiendo por ver cuál era el mejor guiso de la colonia, y es por este motivo que no me pude identificar con la obra.
Sin embargo mi bella y muy panzona acompañante salió llorando del teatro, y es que las actuaciones son muy buenas, Suárez Gomís realmente cambia de manera instantánea entre modo escuincle de 12 años a modo narrador de la obra, la señora realmente me llegó a desagradar, al punto de que al minuto 45 yo ya no la aguantaba, y a mi acompañante la conmovió en lo más profundo, lo cual me habla de la calidad de la actuación de la Sra. Martínez, tiene lo que se requiere para meter al público al 100% en el personaje, para bien o para mal.
En resumen: si tienen un grave caso de mamitis no vayan porque van a chillar y de ahí ya los veo agarrando el pedo en un mamatón alcohólico –es que mi mamá era la más chingona, ¿porqué se murió?—
Si tienen un caso moderado de mamitis vayan, es una gran obra.
Si como su seguro servidor no padecen de mamitis ahórrense 90 minutos de su vida y mejor ni se acerquen porque van a encontrar justo a la señora a la que no quieren encontrarse.
Y ya, a ver si me dá chance de ver la otra obra de Gomís porque me llama mucho la atención, pero no prometo nada.
Desde el otro lado del Edén
Icaro
Nota para Gomís (si es que aún me lee, cosa que dudo profundamente)... !?!?!?!?!qué pedo con los calcetines!?!?!?!?! dobabes badito.

martes, 8 de marzo de 2011

Del otro lado del Edén

You never really know
when love will come and go
....Feels so good, de Van Halen por supuesto

Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana... Bueno, no tanto tiempo, hace 3 o 4 años, y no tan lejos, aquí nada más en Saltillo yo era un rock star, un bastardito corporativo en rápido aprendizaje de ser un bastardazo corporativo.

Tenía un trabajo que pagaba muy decentemente, estaba recién divorciado, sin hijos a quienes pagarles pensión, rodeado de hermosas mujeres, la fiesta comenzaba los miércoles y terminaba en algún punto entre el sábado y el domingo, la amnesia alcohólica era mi mayor preocupación y en general gozaba de una vida deliciosa.

Los domingos los dedicaba a enajenarme enfrente de una obscena TV de muchas pulgadas con el videojuego de moda, hacía ejercicio diariamente en el gimnasio de moda, comía en los lugares de moda, tomaba cafés asquerosos con más de 5 palabras en el nombre, en el lugar de moda claro, comía sanamente en la cafetería del Gym y tomaba únicamente whisky Buchanan's porque uno no puede ir por la vida mamoneando a menos que el mesero sepa específicamente qué quieres tomar y cómo lo quieres tomar sin tener que decirselo, además mi nutrióloga (super fashion por supuesto) me había dicho que así no engordaba tanto.

Andaba por la vida con muchas pretensiones, con un hígado a prueba de todo y con varios condones en la bolsa.

Un buen día llegué a casa después de pretender ser un bastardazo corporativo durante 8 horas, besé a la mujer que amo, besé su enorme panza donde aún se refugia el bebé infernal (Alien, el 4o pasajero), besé al menor en disputa y recibí un abrazo conjunto todos contra todos, luego cenamos, vimos alguna aventura insulsa de superhéroes, el menor en disputa me puso una bendición, me dió un beso y un abrazo largo y lo llevé a dormir, luego estuve acariciando la panza de mi propia y personal Beatriz, y caí en cuenta de que ésta es sin duda una época muy feliz en mi vida.

¿Cómo llegué a esto?, es una historia demasiado larga para este post, pero créanme, hubo que caminar por el infierno, toquetear y chacharear en el purgatorio para llegar a éste punto, con que lo que siga no sea otra bajada a visitar el último círculo del infierno me conformo.

Desde el otro lado del Edén
Icaro